Nº IV - “La fiesta de la vida se celebra de diversas formas”
Dos personajes que se encuentran en las fiestas de su pueblo, en la verbena. Esta pareja conduce al público por un viaje de sensaciones y recuerdos que los llevarán al pasado de la memoria común. Los espectadores vivirán con los protagonistas momentos memorables de las fiestas de los pueblos; la bienvenida y el chupinazo que da comienzo a la fiesta, los juegos inocentes de la seducción, los ritmos que animan a la multitud a festejar, la comida popular, la bebida (indispensable) y los consecutivos brindis, la charanga acompañada de los gritos y el barullo que se oye en la calle, el karaoke y la canción mal cantada del concierto, el baile popular que ayudan a los cuerpos a juntarse, el silencio de los grillos que invita a un encuentro íntimo de dos desconocidos y los fuegos artificiales que despiden las fiestas hasta el próximo año.
Las fiestas llamadas verbenas, deben su origen a la recolección de hierbas aromáticas, que eran beneficiosas si se cortaban esa noche. Quien cogiese la hierba verbena quedaba curado de todo mal.
Se trata de una velada de regocijo popular de una localidad o pueblo, que se celebra por la noche, al aire libre con motivo de alguna fecha especial. Hay baile, tenderetes de golosinas, bebidas y chucherías.Este espectáculo quiere recordar la fiesta de la vida; celebrar el día a día, mirar con nuevos ojos a aquello que damos por conocido, enamorarse de nuevo, reírse de aquello que nos hacía reír tiempo atrás.Es un intento de volver a sentir la inocencia, la ternura, la timidez y a la vez, el paso del tiempo. Es una invitación a recordar, revivir y volver a vivir. ¿Por qué postergar los sueños que quedan por cumplir?, ¿por qué no dar valor a los pequeños detalles que pasamos por alto?
Se trata de una alegoría para no olvidar que lo más importante es reunirse, divertirse, sentirse acompañado y bailar para festejar la vida…
Manuel Sánchez, EnPlatea
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